viernes, 14 de mayo de 2010

Banco Central Argentino: Autonomía institucional y calidad de la política


28.01.2010

La discusión que ha tenido lugar entre el Gobierno argentino y el Presidente de su Banco Central, Martín Redrado, da cuenta de un debate muy profundo sobre la calidad de las instituciones y sobre la calidad de la política argentina. De este debate, me parece, debemos extraer conclusiones para Chile.

El primer punto de análisis es la calidad institucional. Las instituciones son el conjunto de reglas formales e informales que establecen la estructura de incentivos para el comportamiento de los agentes económicos y políticos.

La presión del gobierno argentino a su Banco Central y la negativa del Presidente de éste, Martín Redrado, de acoger las solicitudes del ejecutivo, nos muestra un conflicto institucional que pone en tensión a dos instituciones relevantes en Argentina. Hay problemas en el diseño institucional. Los mercados internacionales observan que se produce una tensión que tiene asociado un resultado incierto, aumentando la percepción de riesgo de un país por la configuración de su estructura y diseño institucional.

La calidad de las instituciones importa, y su impacto en el desempeño económico de los países es relevante. Así lo han demostrado los estudios de economistas y cientistas políticos como North, Ostrom, y otros, que han sido incluso galardonados con el Premio Nobel.

Chile en esto ha demostrado un buen desempeño, y lo importante es saber cuidarlo hacia el futuro. Un eventual gobierno de Sebastián Piñera tendrá el gran desafío de reforzar la institucionalidad, a través de buena regulación (no más regulación) y a través de anticipar dónde los diseños actuales no son capaces de responder a las necesidades de comportamiento de los agentes económicos y políticos.

El segundo punto de discusión que nos trae el debate argentino es acerca de la calidad de la política. Aún cuando las instituciones no estén cumpliendo su rol a cabalidad, aún queda el reducto de la calidad de la política y del comportamiento de los políticos. En eso Argentina ha mostrado falencias también en las últimas décadas, porque no ha sido capaz de lograr que los mejor preparados entren al servicio público y a la política.

Chile también ha destacado en este punto comparado con otros países de la región. Sin embargo, aún tenemos que estar alerta, porque los desafíos futuros del país demandan cada vez mejores profesionales y políticos trabajando en las tareas del Estado.

En nueve días más el país elige su Presidente para los próximos cuatro años. La información disponible indica que el escenario más probable es que el ganador será Sebastián Piñera. Un nuevo gobierno necesitará muchos profesionales de excelencia –y en particular muchos jóvenes- para trabajar desde los Ministerios, las Superintendencias, los Servicios Públicos, las Empresas Estatales, los Gobiernos regionales, etc., para producir los cambios que el país necesita.

Muchos de los lectores de este diario trabajan en el sector privado pero sienten una vocación de servicio público o sienten una responsabilidad especial con el futuro de Chile. Este puede ser un buen momento para reflexionar sobre el futuro y abrirse a la opción de trabajar en el Gobierno. Para que nuestro país siga progresando, se necesita reforzar la calidad de las instituciones y la calidad de quienes trabajen en lo público.

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